Si nadie te puede decir que no, eres impaciente, directo, colérico, te cuesta empatizar y socializar con tus colegas y colaboradores y esperas que sin excusas todos sean competitivos, productivos y comprometidos 24/7, puedes ser un líder Autocrático.

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Este estilo exigente e inflexible puede ser intimidante y reducir la confianza del equipo en sí mismos y en ti.

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Puede parecerte que es necesario ser así de firme para que se cumplan metas y logren resultados, pero a costos muy altos a nivel de relaciones y de satisfacción laboral. Lo que a ti puede sonarte honesto, justo y transparente, puede resultar agresivo para otros.

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Te cuesta trabajo escuchar y comprender a la gente con posturas diferentes, identificar sus necesidades personales y de desarrollo profesional, y esto impide aprovechar bien el potencial de cada individuo del equipo. La impaciencia y la unilateralidad en las decisiones, puede provocar muchos errores repetitivos y mantenerte en calidad de apaga fuegos, en lugar de verdadero líder visionario.

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