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  • Foto del escritorLiliana Cerdio

AL TRABAJO SÍ VENIMOS A JUGAR


¿Por qué no aprovechar el Día del Niño para recordarnos entre todos lo bien que se siente compartir alegría, risa, buen humor, trabajar con ligereza, ser creativos e inquisitivos, atreverse a soñar con llegar a la luna, y no dudarlo dos veces en volverse a levantar después de sufrir una caída?


No cabe duda de que cuando somos niños, somos personas totalmente diferentes a aquellas en las que nos vamos convirtiendo. Las normas sociales, las responsabilidades, el escuchar a otros decirnos NO todo el día nos van quitando esa frescura. No hagas, no digas, no te subas, no preguntes tanto, no te ensucies, no te caigas, no te rías, no llores... y un laaaaaaaaaargo etcétera, se convierten en esa vocecita interna que nos acompaña hasta el fin de nuestros días, tal vez salvándonos de algunos peligros, pero también, evitando que vivamos en plenitud. De niños, aprendemos como esponjas porque no tenemos prejuicios, no nos preocupa el qué dirán, somos curiosos, aprendemos por ensayo y error y no importa equivocarnos. Incluso nos da risa equivocarnos, y se convierte en parte de la diversión. De niños pasamos horas inventando cosas nuevas, desbaratando otras para ver cómo funcionan, o viendo cómo nos subimos a los muebles y las bardas para poder brincar desde más alto o ver las cosas desde más arriba. ¿Te suena a que esto es lo que pedimos en las empresas a todos nuestros colaboradores?


dinámicas

Sin embargo, aunque al crecer estas siguen siendo cualidades necesarias y loables, poco a poco adquirimos esta noción de que al crecer debemos "ser serios" para ser responsables. dejar las emociones en casa. ser cuidadosos con nuestras decisiones y no correr riesgos, usar la mente y no la intuición.


Lo curioso, es que nada de esto ayuda a lograr mejor nuestros objetivos, ni personales ni profesionales. Al contrario.

Por eso, propongo aprovechar este Día del Niño para rescatar ese niño que hemos ido ahogando poco a poco en nuestro interior. Permitamos actividades en la empresa en las que a través del juego y la diversión, aprendamos cosas nuevas. Y comencemos a hacerlo más seguido a partir de ahora.


No tenemos que sacar a los empleados del trabajo durante horas y horas y organizar sofisticadas actividades para obtener resultados. Por supuesto que éstas ayudan y apoyan en el proceso de integración, pero también es importante ser constantes en estos esfuerzos.


Media hora a la semana, diez minutos antes de empezar una junta, todo sirve y suma.


En este link te compartimos algunas actividades gratuitas que puedes implementar hoy mismo en tu oficina, con tu equipo, o con todo un departamento.  No es tiempo perdido, sino ganado para mejorar la comunicación, la confianza, estimular la creatividad, romper paradigmas, o al menos, romper la monotonía.  De alguna manera el ponerlas en práctica de manera constante impactará en el clima.  Recuerda también que si te das de alta en nuestra newsletter, te regalaremos una guía con más dinámicas, o puedes incluso comprar nuestra guía para tener una dinámica semanal durante todo el año, en este link. Y si quieres compartirnos más dinámicas, con gusto las publicaremos.  



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