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  • Foto del escritorLiliana Cerdio

¿Demasiado estrés laboral? ¿Por qué no meditar en la oficina?


Seguramente has escuchado que la meditación mejora la salud, incrementa los niveles de energía y te permite disfrutar más de tu vida. Aquieta tu mente, reduce el estrés y la negatividad que acumulas diariamente en cada célula de tu ser.


Permite auto sanarte, te da fortaleza para controlar y manejar tus emociones, y para transformar aquellos aspectos de tu vida que lo necesiten. Al meditar, permites que el remolino de pensamientos e ideas baje de ritmo hasta encontrar una conexión positiva con tu interior, con tu ser más profundo y real.


Cuando no incorporamos a nuestra vida prácticas de relajación, nuestro ser feliz y equilibrado se va perdiendo poco a poco debajo del peso de nuestras emociones mal manejadas, de nuestras preocupaciones por el futuro, de nuestras culpas por el pasado. De pronto, sin saber por qué, nos encontramos malhumorados, cansados, sin inspiración, insatisfechos y sin ganas de hacer más que lo mínimo indispensable para «cumplir» con nuestras obligaciones del día.


La meditación es una forma de deshacernos de esas cargas emocionales que se van acumulando. Nos permite recuperar el control de nuestra mente y de nuestro cuerpo, en lugar de estar a merced de las circunstancias. Poco a poco, al enfocar nuestra mente logramos disolver de forma deliberada las capas del pasado que nos limitan y detienen, para recuperar nuestra alegría, entusiasmo y creatividad naturales.


Muchos aún ven la meditación como una práctica relacionada con religiones ajenas, o como algo sólo apto para hippies o señoras que hacen yoga.  La verdad es que aunque es una práctica milenaria común a todas las culturas avanzadas, la ciencia moderna ha confirmado lo que la sabiduría antigua ya sabía desde entonces. Todos los estudios hechos al respecto revelan que la meditación mejora la percepción, el enfoque, ola memoria, la creatividad, la salud, la capacidad de resolver problemas, la intuición y nos devuelve el control sobre nuestras emociones.  Quienes meditan diariamente son más sanos, más felices, están más relajados y son más productivos.

¿Por qué no entonces introducir una práctica de meditación en la oficina?  Diez a veinte minutos diarios pueden transformar el ambiente y resultar no sólo en empleados más felices, sino en una mucho mayor productividad organizacional.  No es necesario que todos se sienten en flor de loto y vistan

túnicas anaranjadas mientras entonan OMS para lograr los efectos. Una buena postura en la silla de trabajo, es suficiente.  Una música relajante para poner a todos a tono también es deseable, pero no indispensable.  


Atrévanse a experimentar lo que les funciona mejor.  Sí, tal vez al principio a algunos les cueste trabajo sentirse cómodos, pero poco a poco se verán los efectos y seguramente los escépticos cambiarán de opinión al darse cuenta de que hay mayor bienestar, la gente está más enfocada, se distraen menos, hay mejores relaciones interpersonales y menos conflictos, mayor creatividad, y por lo tanto mucho mayor productividad.


No es malo ser una empresa diferente, si el mensaje es que nos preocupamos por el bienestar de nuestra gente. 


Aquí te comparto una meditación que nos gusta mucho y ha traído cambios importantes a mi propio bienestar físico y emocional, a mi mente y a mi espiritualidad. Ojalá te guste y te sirva tanto como a mi.


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